La función
de lo femenino
(...)
El ser es uno solo, el mundo son muchos...
entre los dos se encuentra la mente dividida, la mente dual.
Es igual que un gran árbol, un antiguo roble: el tronco es uno,
después el árbol se divide en dos ramas principales.
El ser es como el tronco del árbol - uno, no dual - y la mente
es la primera
bifurcación en la que el árbol se divide en dos, se convierte
en dual,
se convierte en dialéctico: tesis y antítesis, hombre
y mujer,
yin y yang, día y noche, Dios y demonio, yoga y zen.
Todas las dualidades del mundo están básicamente en la
dualidad
de la mente; más allá de esa dualidad se encuentra la
unidad del ser.
Si miras hacia abajo, por debajo de la dualidad; encontrarás
uno;
llámalo Dios, nirvana o como quieras.
Si miras hacia arriba, a través de la dualidad, llegarás
al mundo de mil rostros.
Este es uno de los enfoques básicos que hay que comprender,
que la mente no es una.
De ahí que cualquier cosa que veas a través de la mente
se convertirá en dos.
Es como un rayo de luz blanca que atravesara un prisma;
inmediatamente se descompone en siete colores y aparece el arco iris.
Antes de atravesar el prisma era uno, se divide por medio del prisma,
desapareciendo el color blanco y apareciendo en su lugar los siete colores
del arco iris. El mundo es el arco iris, la mente es el prisma y
el ser es el rayo de luz blanca.
Las investigaciones modernas han descubierto un hecho muy importante,
uno de los más importantes del siglo XX,
que tú no tienes una sola mente, tienes dos mentes.
Tu cerebro está dividido en dos hemisferios, el derecho y el
izquierdo.
El hemisferio derecho está ligado a tu lado izquierdo y
el hemisferios izquierdo está ligado a tu lado derecho; están
cruzados.
El hemisferio derecho es intuitivo, ilógico, irracional, poético,
platónico,
imaginativo, romántico, mítico, religioso; el hemisferio
izquierdo en cambio,
es lógico, racional, matemático, aristotélico,
científico, calculador.
Los dos hemisferios están continuamente en conflicto;
la política fundamental del mundo está en tu interior,
la mayor política del mundo está en tu interior.
Puede que no te des cuenta de ello, pero una vez que te des cuenta
tienes que hacer algo que esté realmente entre esas dos mentes.
La mano izquierda está relacionada con el hemisferio derecho
- la intuición, la imaginación, el mito, la poesía,
la religión -
sin embargo, es una mano que siempre se condena.
La sociedad pertenece a los diestros;
los diestros están relacionados con el hemisferio izquierdo.
El diez por ciento de los niños nacen zurdos pero se les fuerza
a ser diestros.
(...) No es una cuestión de manos, es una cuestión totalmente
política ... .
Se piensa que en un principio, la proporción fue del cincuenta
por ciento
- ... - pero el partido de los diestros ha gobernado durante tanto tiempo
que,
poco a poco, la proporción se ha reducido a un diez por ciento
frente a un
noventa a un noventa por ciento. Incluso entre los que estáis
aquí habrá
muchos que seáis zurdos y no los sepáis. Puede que escribáis
y trabajéis
con la mano derecha pero puede que hayáis sido forzados durante
vuestra
niñez a ser diestros. Es una estrategia porque una vez eres diestro,
comienza a funcionar tu hemisferio izquierdo.
El hemisferio izquierdo es la razón; el hemisferio derecho está
por encima
de la razón, es intuitivo; muy agraciado pero irracional.
Si comprendes esta división, entenderás muchas cosas.
Entre la burguesía y el proletariado,
el proletariado siempre se rige por el hemisferio derecho del cerebro.
Fíjate en los pueblos primitivos, son más intuitivos.
Cuanto más pobre es una persona, menos intelectual es;
y quizá esta sea la causa de su pobreza porque al ser menos intelectual
no puede competir en el mundo de la razón. (...)
El rico se rige por el hemisferio izquierdo; es más calculador,
matemático en todo, astuto, listo, lógico; y planea.
Quizá esta sea la razón de su riqueza.
La diferencia entre burguesía y proletariado no desaparecerá
con
revoluciones comunistas, no, porque la revolución comunista
está hecha por el mismo tipo de personas. El zar gobernaba Rusia;
gobernaba por medio de su hemisferio izquierdo. Después fue reemplazado
por Lenin que era la misma categoría de persona. Lenin fue reemplazado
por Stalin que pertenecía incluso más aún a esa
categoría de persona.
La revolución es falsa porque en el fondo está gobernando
el mismo tipo
de persona; gobernador y gobernados son lo mismo y los gobernados
son los que se guían per el hemisferio derecho. (...)
Esto mismo se puede aplicar a los hombres y a las mujeres.
Las mujeres son personas que se rigen por el hemisferio derecho,
los hombres por el izquierdo.
Los hombres han sometido a las mujeres durante siglos.
Ahora, algunas mujeres se están rebelando pero es asombroso
ver
cómo se convierten en el mismo tipo de personas.
De hecho, son como hombres: racionales, argumentativas, aristotélicas.
Es posible que un día, al igual que triumfó la revolución
comunista en Rusia
y en China, en algún lugar, quizá en América, las
mujeres logren derrocar
a los hombres. Sin embargo, en el momento en que las mujeres lo logren
ya no serán mujeres, habrán pasado a regirse por el hemisferio
izquierdo
porque para luchar hay que ser calculador y para luchar como los hombres
hay que ser como los hombres, agresivo.
Esta agresividad se ve por todo el mundo en la liberación de
la mujer.
Las mujeres que forman parte de ese movimiento de liberación
son muy agresivas, están perdiendo su gracilidad,
todo aquello que proviene de la intuición, ... .
Luchar contra alguien es muy peligroso porque te vuelves igual que
tu
enemigo.
Ese es uno de los grandes problemas de la humanidad.
Una vez empiezas a luchar contra alguien, poco a poco tienes que adoptar
sus mismas técnicas y usos. De ese modo, puede que derrotes al
enemigo
pero para entonces te habrás convertido en tu propio enemigo.
Stalin se parece más a un zar que cualquier otro zar,
es más violento que cualquier zar.
Evidentemente tiene que ser así: para derrotar a los zares
hacen falta personas muy violentas, más violentas que el propio
zar.
Solo esas personas serán revolucionarias, llegarán a la
cumbre.
En el momento en que lleguen, ellos mismos se habrán convertido
en zares
y, así, la sociedad continuará en el mismo camino.
Solo cambian las cosas superficiales,
en el fondo permanece el mismo conflicto.
El conflicto está en el hombre. [n:
el 'hombre'? ... o el 'humano'? no consciente de sí]
A menos que se resuelva ahí, no se podrá resolver
en ningún otro lugar.
La política está en ti; esta entre las dos partes de tu
mente.
Existe un pequeño puente. Si se rompe por cualquier accidente;
un defecto físico o cualquier otra cosa, la persona queda dividida;
se convierte en dos personas y aparce el fenómeno de la esquizofrenia
o
<<doble personalidad>>. (...) Por la mañana eres
muy cariñoso, maravilloso,
por la tarde, estás completamente enfadado, totalmente cambiado.
No te acuerdas de cómo eras por la mañana, ¿cómo
te vas a acordar?
En ese momento estaba funcionando otra mente; la persona se convierte
en dos personas. Si se refuerza el puente de modo que desaparezcan las
dos mentes y se conviertan en una, habrá integración,
cristalización.
Lo que Gurdjieff
solía llamar la <<cristalización del ser>>
no es más que
las dos mentes convertidas en una,
el encuentro entre el interior de lo masculino y lo femenino,
el encuentro de yin y yang, el encuentro de derecha e izquierda,
el encuentro de la lógica y lo ilógico, el encuentro de
Platón y Aristóteles.
Si eres capaz de entender esta bifurcación básica en tu
árbol de la mente
puedes entender todo el conflicto que hay a tu alrededor y en tu interior.
(...)
La mente femenina tiene elegancia, la mente masculina tiene eficiencia.
Evidentemente, en esta larga carrera, si hay una lucha constante,
la elegancia está destinada a ser vencida por la mente eficiente
porque el mundo comprende el lenguaje de las matemáticas, no
el del amor.
Sin embargo, en el momento en que la eficiencia venza a tu elegancia
habrás perdido algo realmente valioso:
habrás perdido el contacto con tu propio ser.
Puede que te hayas vuelto muy eficiente
pero ya no serás una persona auténtica.
Te habrás convertido en una máquina, en una especie de
robot.
Como consecuencia de esto, siempre hay conflicto entre los hombres
y las mujeres. No pueden estar separados, tienen que relacionarse
una y otra vez, pero tampoco pueden estar juntos.
El conflicto no está en el exterior, está dentro de
ti.
Yo pienso que, a menos que resuelvas el conflicto interno entre
el hemisferio
derecho y el izquierdo, nunca llegarás a tener una relación
amorosa pacífica
- nunca - porque este conflicto interno se verá reflejado en
el exterior.
Si estás luchando en tu interior y te identificas con tu hemisferio
izquierdo,
el hemisferio de la razón, y estás intentando continuamente
vencer al
hemisferio derecho, intentarás hacer lo mismo con la mujer de
la que te
enamores. Si la mujer está continuamente luchando en su interior
contra
su propia razón, luchará continuamente con el hombre al
que ama.
(...)
Si el hemisferio izquierdo continúa dominándote tendrás
mucho éxito
en la vida; tanto, que cuando tengas cuarenta años tendrás
una úlcera;
cuando tengas cuanrenta y cinco habrás tenido al menos dos infartos.
Cuando tengas cincuenta, estarás a punto de morirte;
¡de
morirte exitosamente!
Puede que te conviertas en un gran científico
pero nunca serás un gran ser humano.
Puede que acumules muchas riquezas
pero te perderás todo aquello que vale la pena.
Puede que conquistes el mundo entero como Alejandro Magno
pero no conquistarás tu territorio interior.
Hay muchas situaciones que nos empujan a seguir al hemisferio izquierdo.
Es el cerebro mundano, está más relacionado con las cosas
materiales:
coches, dinero, casas, poder, prestigio. Esa es la orientación
del hombre
al que llamamos en India grustha, el propietario de una
casa.
El hemisferio derecho es el que sigui el sannyasin, la
persona que está
más interesada por su ser más profundo, su paz interior,
su dicha,
y menos preocupada por las cosas materiales.
Si las obtiene fácilmente, estupendo; si no las obtiene, también,
estupendo.
Está más interesado en el momento que en el futuro;
está más interesado por la poesía de la vida que
por su aritmética.
(...)
Existe una forma de vivir de acuerdo con las matemáticas
y otra de acuerdo con los sueños, cons los sueños y las
visiones.
Son totalmente diferentes.
Precisamente el otro día me preguntó alguien:
"¿Existen los fantasmas, las hadas y todas esas cosas?
"
Sí, existen; si te riges por el hemisferio derecho del cerebro,
existen.
Si te riges por el hemisferio izquierdo, no existen.
Los niños se rigen por el hemisferio derecho;
por todas partes ven fantasmas y hadas.
Sin embargo, tú no haces más que hablar con ellos y decirles:
"No son más que tonterías. ¡Qué tonto
eres!
¿Dónde está el hada? No hay nada, no es más
que una sombra."
Poco a poco convences al niño, al niño indefenso; poco
a poco
lo convences y pasa del hemisferio derecho al hemisferio izquierdo.
No le queda más remedio; tiene que vivir en tu mundo.
Tiene que olvidarse de sus sueños,
tiene que olvidarse del mito,
tiene que olvidarse de la poesía,
tiene que aprender matemáticas.
Evidentemente, se convierte en un experto en matemáticas,
y se queda casi mutilado y paralizado en la vida.
La existencia se aleja cada vez más
y él se convierte en una mercancía de mercado,
toda su vida no es más que basura... aunque, por supuesto,
muy valiosa a los ojos del mundo.
El sannyasin es aquel que vive utilizando la imaginación,
que vive utilizando la capacidad ensoñadora de su mente.
Que vive utilizando la poesía, que poetiza sobre la vida,
que ve a través de visiones;
los árboles son más verdes de lo que te parecen,
los pájaros son más bellos; así, todo parece luminoso.
Los simples guijarros se convierten en diamantes;
las rocas corrientes ya no son corrientes;
¡nada es corriente! Si ves utilizando tu hemisferio derecho,
todo se convierte en divino, en sagrado.
(...)
El hemisferio
derecho solo habla sobre los hechos, no te puede dar razones.
Si le preguntas <<¿Por qué?>>, se quedará
callado, no tendrás respuesta.
Si vas andando, ves una flor de loto y exclamas: <<¡preciosa!>>,
y alguien te pregunta: <<¿Por qué?>>, tu le
contestarás:
<<¿Cómo voy a saberlo? ¿Acaso soy un filósofo?>>
Es una simple expresión, muy simple, total en sí misma,
completa.
No existe ninguna razón tras ella ni ningún resultado
más allá de ella,
no es más que la manifestación de hechos.
En ellos se dice: <<Dios es; no preguntes por qué.>>
Te dirán: <<¿Acaso somos filósofos? ¿Cómo
lo vamos a saber? Dios es.>>
Dicen que Dios es maravilloso, dicen que Dios está muy cerca,
más cerca que tu propio corazón, pero no preguntes por
qué; no son filósofos.
Fíjate en los Evangelios y en las cosas que dice Jesús;
son muy sencillas.
Dice: <<Dios está en el cielo. Yo soy su Hijo, Él
es mi Padre.>>
No preguntes por qué. No sería capaz de probarlo en un
juicio,
simplemente dirá: <<Lo sé>>. Si preguntas
quién se lo ha dicho a Él,
con qué autoridad dice todas esas cosas, te responderá:
<<Con mi propia autoridad. No tengo ninguna otra autoridad.>>
Ese es el problema, cuando un hombre como Jesús va por
el mundo.
La mente racional no lo puede entender.
No lo crucificaron por ninguna otra razón. Fue crucificado por
el hemisferio izquierdo porque Él se regía por el hemisferio
derecho.
Fue crucificado "por culpa" del conficto interno.
Lao Tzu dice:
"Todo el mundo parece ser muy listo, solo yo estoy embrollado;
todo el mundo parece estar en lo cierto, solo yo estoy confuso y dubitativo."
Es un hombre que se rige por el hemisferio derecho.
El hemisferio derecho es el hemisferio de la poesía y del amor.
Hace falta un gran cambio, ese cambio es la transformación
interior.
El yoga
es un esfuerzo por alcanzar la unidad del ser a través
del hemisferio izquierdo, utilizando la lógica, las matemáticas,
la ciencia, e intentando trascenderlas.
El zen es precisamente lo contrario: el fin es el mismo
pero el zen utiliza el hemisferio derecho para trascender.
Se pueden utilizar ambos métodos
pero el camino del yoga es un camino muy largo, larguísimo;
es casi una lucha innecesaria porque estas intentando llegar
a la supra-razón desde la razón, lo cual es mucho más
dificil.
El zen es más fácil porque supone un esfuerzo por alcanzar
la supra-razón
desde lo irracional.
Lo irracional es casi como una supra-razón; no existen barreras.
El yoga es como penetrar en un muro y
el zen es como abrir una puerta.
Puede que la puerta ni siquiera esté cerrada,
solo tienes que empujar un poco y se abre.
(...)
La gente que practica zen habla por medio de historias;
tienen que hablar por medio de historias porque no pueden
crear teorías ni doctrinas, solo pueden contar historias.
Son unos grandes cuenta-cuentos.
Jesus siempre habla por medio de parábolas,
Buda siempre habla por meido de parábolas,
los místicos sufíes siempre hablan por medio de parábolas,
no es una simple coincidencia.
La historia, la parábola, la anécdota,
son los caminos del hemisferio derecho;
la argumentación lógica, la prueba, el silogismo,
son los caminos del hemisferio izquierdo.
(...)
El hemisferio
izquierdo se puede enseñar en los colegios;
se puede aprender, se puede tener una disciplina,
se pueden recibir cursos graduales.
Así, poco a poco, pasando de una clase a otra,
consigues tu licenciatura en arte, en ciencias o en muchas otras cosas.
En cambio, para el hemisferio derecho, no existe ninguna escuela:
es intuitivo, no es gradual. Es algo repentino; es como un destello,
como un relámpago en la oscuridad de la noche.
Si ocurre, ocurre. Si no ocurre, no ocurre; no se puede hacer nada.
Lo único que puedes hacer es ponerte en una situación
en la que exista una mayor posibilidad de que ocurra.
(...)
... algo
que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial.
Adolph Hitler ganó durante tres años precisamente porque
era ilógico.
El resto de los países que luchaban contra él lo hacían
de forma lógica.
Naturalmente que tenían buenas estrategias militares, entrenamiento
militar
y todo lo demás, y también expertos que les decían:
<<Hitler va atacar por este lado.>>
Si Hitler hubiera estado en sus cabales habría hecho eso porque
era
el punto más debil de la defensa enemiga. Evidentemente hay que
atacar al enemigo por su punto más débil; es algo lógico.
De modo que esperaban a Hitler en el punto más débil,
se concentraban todos allí y él, sin embargo,
atacaba por cualquier otra parte, de forma impredecible.
No seguía ni los consejos de sus generales;
tenía un astrólogo que le sugería por dónde
atacar.
Esto es algo no había ocurrido antes: ¡la guerra no es
un asusto de astrólogos!
Una vez que Churchill lo entendió, una vez que los espías
le dijeron que no
iban a ganar nunca a ese hombre porque era completamente ilógico
que un astrólogo loco que no sabía nada de guerras,
que nunca había estado al frente, era el que estaba decidiendo
las cosas,
decidiendo según las estrellas...
- ¿Qué tienen que ver las estrellas con una guerra en
la tierra? -,
Churchill inmediatamente designó un astrólogo real para
el rey y
empezaron a seguir las instrucciones del astrólogo.
De ese modo las cosas empezaron a encauzarse ya que ahora eran dos
locos
los que predecían las cosas. Las cosas se volvieron más
fáciles.
(...)
... la
intuición nunca es repetición.
(...)
En la vida hacen falta respuestas no reacciones:
tienes que actuar desde la nada, sin que tengas la solución.
Tienes que actuar sin ningún centro;
tienes que actuar en lo desconocido, desde lo desconocido.
(...)
... el zen. (...)
Es un arte, no una ciencia,
Es femenino, no es masculino;
no es agresivo, es receptivo.
No es una metodología bien estructurada, es espontaneidad.
No tiene nada que ver con teorías, hipótesis, doctrinas,
escrituras;
Solo tiene que ver con una cosa: la conciencia.
(...)
Cuando estés en una situación en la que falle la lógica,
no deseperes, no pierdas la esperanza.
Esos momentos te pueden proporcionar las mayores alegrías de
tu vida.
Esos son los momentos en los que el hemisferio izquierdo permite actuar
al derecho. En estos momentos, la parte femenina, la parte receptiva
te da una idea. Si la sigues, se te abrirán muchas puertas.
Pero puede que no la sigas; puede que digas: ¡qué tontería!
(...)
El arte consiste en saber cómo regirse por la parte femenina
de la mente;
porque lo femenino esta ligado al todo y lo masculino, en cambio,
no está ligado al todo.
Lo masculino es agresivo, lo masculino está luchando continuamente;
lo femenino está contínuamente rindíendose, en
total confianza.
Por eso el cuerpo femenino es tan bello, tan lleno de curvas.
Está en profunda confianza y armonía con la naturaleza.
La mujer vive en total rendición; el hombre está continuamente
luchando,
enfadado, haciendo esto y aquello, intentando probar algo,
intentanto llegar a algún lado.
(...)
Si quieres probar algo, evidentemente, tienes que luchar, competir y
acumular.
(...)
Una vez, una mujer intentó hablar con el profesor García
pero este
parecía no tener el más mínimo interés en
ella.
- ¿Por qué, profesor? - le dijo ella irónicamente
- . Me parece que usted
prefiere la compañía de los hombres a la de las mujeres.
- Señora - contestó el doctor García - , me encanta
la compañía
de las mujeres. Admiro su belleza, su delicadeza, su vivacida...
y me encanta su silencio.
El Hombre ha forzado a la mujer a estar callada, no solo exteriormente
sino también interiormente; forzando a la parte femenina a estar
callada.
Observa en tu interior.
Cuando la parte femenina dice algo, tú inmediatamente saltas
y dices:
<<Ilógico, absudo>>
Es el doctor García que trata de mantener callada a la mujer.
El corazón es femenino.
Te pierdes muchas cosas en la vida porque la cabeza no deja de hablar;
no deja hueco al corazón. La única cualidad de la cabeza
es que es más
articulada, lista, peligrosa, violenta.
Gracias a su violencia se ha convertido en el líder en el interior,
y ese liderazgo
interior se ha convertido en un liderazgo exterior en los hombres.
Los hombres han dominado a las mujeres también en el mundo exterior;
la gracilidad es dominada por la violencia.
(...)
La mente masculina no hace más que pinchar, crear problemas;
los problemàticos se covierten en líderes.
En un colegio, los profesores listos, eligen a los niños problemáticos
como
delegados en las clases y líderes en la escuela; a los que causan
problemas,
a los criminales. Una vez tienen poder, toda la energía que utilizaban
para
causar problemas se vuelve útil para el maestro.
Empiezan a mantener disciplina, ¡esos mismos niños!
No tienes más que observar a los políticos en el mundo;
cuando un partido está en el poder,
el partido de la oposición no hace más que crearle problemas
al país.
Son los que se saltan las leyes, los revolucionarios,
y el partido que está en el poder sigue manteniendo la disciplina.
Cuando se les acaba el poder, son ellos los que crearán
problemas.
Y el partido de la oposición, en cuanto llega al poder,
se convierte en guardián de la disciplina.
Todos crean problemas.
La mente masculina es una máquina de crear problemas;
por eso se impone, domina.
Sin embargo, en lo más profundo,
aunque tengas el poder te perderás la vida;
en el fondo, sigue funcionando la mente femenina.
A menos que te postres ante lo femenino y te rindas,
a menos que tu resistencia y tu lucha se conviertan en una rendición,
no conocerás la auténtica vida y su celebración.
(...)
Profundiza un poco más y justo debajo de tu lógica
descubrirás el fluir de las frescas aguas de la intuición,
las frescas aguas de la confianza.
El zen es el camino de lo espontáneo,
el descansado esfuerzo, el camino de la intuición.
Un maestro zen Ikkiu, un gran poeta, dijo:
"Puedo ver nubes que se encuentran a miles de kilómetros
de distancia,
oír la música ancestral en los pinos."
De eso se trata el zen.
Con la mente lógica no puedes ver nubes que se encuentren a miles
de
kilómetros de distancia. La mente lógica es como el cristal,
está muy sucia,
cubierta por el polvo de las ideas, teorías, las doctrinas.
En cambio, con el cristal impoluto de la intuición,
puedes ver nubes que se encuentran a miles de kilómetros de distancia,
sin pensamiento; simplemente conciencia.
El espejo está limpio y la claridad es suprema.
No puedes oír música ancestral en los pinos con la mente
corriente, ordinaria.
¿Cómo vas a oír música ancestral?
La música, una vez desaparece, desaparece para siempre.
Sin embargo, te diré que Ikkiu tiene razón,
puedes oír música ancestral en los pinos - yo la he oído
- ,
pero hace falta un movimiento, un cambio total, un cambio gestáltico.
De ese modo puedes ver de nuevo a Buda predicando y hablando.
Puedes oír música ancestral en los pinos porque es una
música eterna,
nunca desaparece. Has perdido la capacidad de oírla.
La música es eterna; una vez que recobres tu capacidad, la oirás
de nuevo.
Siempre ha estado ahí, el único que no estabas ahí
eras tú.
Estate aquí y ahora y podrás ... (...).
*