La vida … es un movimiento en acción, un
movimiento en relación. p. 35
Lo que importa es comprender el placer,
no tratar de librarse de él, lo cual es demasiado tonto.
p. 35
El “éxtasis” implica estar más
allá de sí mismo;
no existe un “yo” que lo disfrute.
El “yo”, o sea, el ego, la personalidad, ha desaparecido por
completo;
sólo existe ese sentimiento de hallarse fuera de uno mismo.
Eso es el éxtasis. p. 37
El deseo es energía, y eso tiene que comprenderse;
no es posible limitarse a reprimir el deseo o hacer que se ajuste.
Cualquier esfuerzo para coactar o disciplinar el deseo contribuye
a la existencia del conflicto, el cual trae consigo insensibilidad. p.
41
El deseo es el más apremiante y vital impulso de nuestra vida.
p. 42
(…) … aprender acerca del deseo … es, en sí mismo,
disciplina.
Disciplina es el aprender acerca del deseo, no el controlarlo.
p. 45
Uno ha de “comprender el deseo”, no “vivir sin deseo”.
(…) … gracias a esa comprensión, llega el amor. (…)
Sin amor no hay moralidad; … .
Sin amor no hay virtud.
El amor es algo espontáneo, vital, verdadero. p.
48-49
Existe una belleza que está más allá
del sentimiento y del pensamiento
y que no puede ser realizada, comprendida o conocida si no hay pasión.
(…) … una llama que destruye todo lo que es falso.
(…)
Sin amor, nunca descrubrirán ustedes qué es la verdad.
p. 61-62
… la
libertad es esencial para el amor;
no la libertad de la revuelta, no la libertad de hacer lo que nos plazca
ni de ceder abierta o secretamente a nuestras apentencias,
sino más bien la libertad que adviene con la comprensión
… . p. 71
El factor que purifica es el amor, no nuestro deseo de ser puros.
Un hombre que ama es puro aunque puede ser sexual; … .
p. 74
Donde quiera
que el pensamiento forma la imagen del placer,
tiene que haber lujuria, no la libertad de la pasión.
Si el impulso principal es el placer, entonces se trata de lujuria.
Si nace del amor no es lujuria, aunque pueda haber en ello un gran deleite.
(...) La belleza en el sexo es la ausencia de “yo”,
del ego, … . p. 76-77
... la pasión es la esencia de la vida. Es lo que actúa
y vive.
(...) Sin pasión,
la creación es imposible.
- ¿Qué endiende usted por creación?
K - Libertad
P - ¿Qué libertad?
K - Libertad respecto al “yo”,
K - el cual depende del medio y es el producto
del medio;
K - el
“yo” es generado por la sociedad y el pensamiento.
K - Esa
libertad es claridad, es la luz no encendida desde el pasado.
K - La
pasión es sólo el presente.
(...) ... la belleza
de la pasión, … es la total entrega de uno mismo,
el abando del “yo” con su tiempo. p. 77-78
El amor no es un ideal, es un estado del ser.
El amor no puede existir donde hay deseo de “llegar a ser”.
Sólo cuando hay amor, hay castidad, pureza;
pero una mente que está tratando de “llegar a ser”,
o que intenta volverse casta, no conoce el amor.” p.
83
El
sexo puede ser tan casto como el cielo azul sin nubes;
pero con el pensamiento, la nube llega y oscurece el cielo.
El pensamiento dice:
<<Esto es casto, y esto otro es autocomplacencia>>,
<<Esto debe ser controlado y en esto me soltaré>>.
Por lo tanto, el pensamiento es el veneno, no el amor ni la castidad ni
el sexo.
El que es inocente, cualquier cosa que haga es siempre casta;
pero la inocencia no es producto del pensamiento. p. 95
Cuando uno
ama a su esposa, no la domina. p. 103
... cuando hay amor no existe el deber. p.
104
Cuando hay
amor, el problema es simple;
cuando no hay amor, el problema se vuelve complejo.
(…)
Para que surja a la existencia una sociedad nueva, una
nueva cultura,
es obvio que no puede haber dominación,
ni de parte del hombre ni de parte de la mujer.
La dominación existe a causa de la pobreza interna.
(…)
… sólo el sentimiento de afecto, la calidez del amor,
pueden dar origen a un nuevo estado, a una nueva cultura.
El cultivo del corazón no es un proceso de la mente.
La mente no puede cultivar el corazón,
pero cuando el proceso de la mente es comprendido,
el amor se manifiesta. p. 105
El amor es
siempre puro, nuevo, no es mera gratificación ni mero hábito.
El amor es incondicional. (…) … es algo dichoso, creativo,
… . p. 106-7
En el amor no hay pérdida de energía.
La pérdida de energía está en todo lo que sigue:
celos, afán posesivo, sospechas, dudas, miedo de perder ese amor,
la constante exigencia de garantía y seguridad. p.
114
En
el amor no hay apego; si hay apego no hay amor. p.
120
El amor en la relación es un proceso purificador,
puesto que revela las modalidades del yo.
Sin esta revelación, la relación muy poco significa. p.123
Es la mente la que se apega, la que envida, retiene y destruye. (...)
¿Puede la mente, cuya esencia misma es el tiempo,
capturar el amor, el cual es su propia eternidad?
p. 124
Amar es una cosa, y haber amado es otra.
El amor no pertenece al tiempo. (…) … ;
el estado de amor no es del pasado ni del futuro. p.
127
… el amor no tiene nada que ver con la mente, no es un producto
de ésta;
el amor es por completo independiente de cálculos y pensamientos.
(…)
Cuando hay amor, el sexo no es un problema;
es la falta de amor lo que convierte el sexo en un problema.
p. 127
Cuando ustedes me usan como gurú y yo los uso como discípulos,
hay explotación mutual. p. 129
El amor se manifiesta cuando la mente está naturalmente quieta,
no aquietada,
cuando ve lo falso como falso y lo verdadero como verdadero.
p. 130
…,
el amor no pertenece al tiempo;
no podemos dar con él mediante ningún esfuerzo consciente,
ninguna disciplina, ni mediante la identificación,
todo lo cual es un proceso del tiempo. (…)
El amor es la única cosa nueva, eternamente nueva. p.
132
El amor no conoce jerarquías, sólo existe
el amor.
Únicamente cuando no amamos existen los muchos y el uno, la exclusividad.
Cuando amamos, …, no existen ni el “tú”
ni el “yo”;
en ese estado sólo existe una llama sin humo. p.
133
… la
inteligencia es sin causa, tal como el amor es sin causa.
Si el amor tiene una causa, obviamente, no es amor.
Si alguien es tan “inteligente” como para ser empleado por
el gobierno,
o es “inteligente” porque comprende mi razonamiento,
eso no es inteligencia, es capacidad.
La inteligencia no tiene causa. (…)
Cuando uno se mira a sí mismo,
cuando sin una causa mira este hecho,
hay algo que termina y algo totalmente nuevo que comienza. p.
138
Sólo puede haber una relación entre seres humanos
cuando aceptamos lo que es, no lo que debería ser.
p. 143
Debemos preguntarnos
si no es un hecho que vivimos a base
de una imagen, de una fórmula, en un fragmento aislado de la vida.
(…)
… el pensamiento es viejo (y es siempre viejo y, por ende, jamás
libre),
¿Cómo puede comprender la relación?
La relación está siempre en el presente,
en el presente vivo
(no en el pasado muerto de la memoria, de los recuerdos de placer y dolor),
la relación está activa ahora;
estar relacionado significa justamente eso. p. 146