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Hira Ratan Manek (HRM)
Nació el 12 de septiembre de 1937 en Bodhavad, India, y creció en Calicut (Kerala),
donde obtuvo los estudios de ingeniero mecánico por la universidad de Kerala.
Después de su graduación, se encargó de los negocios familiares de navegación
y comercio. Continuó trabajando hasta que se retiró en 1992.
Desde el 18 de junio de 1995, HRM vive solo de la energía solar y el agua.
Ocasionalmente, por hospitalidad y propósitos sociales, bebe té y otras infusiones.
(...) Pasó de ser un empresario preocupado a ser un maestro sin discípulos,
un sereno y tenaz transmisor de una técnica sencilla basada en el mirar al Sol,
cuyos protocolos estableció él mismo. Se trata del Sun Gazing.
Dicha herramienta, afirma, nos lleva al desarrollo espiritual,
pasando antes por la limpieza emocional, mental y física.


Seminario en Murcia, mayo 2008
Fragmento del reportage de Francesc Prims

LOS ORÍGENES DEL SUN GAZING

– ¿Cuál es el origen de la técnica de mirar al Sol que nos propone, el Sun Gazing?
– Es una técnica milenaria, que se aplicaba en la antigüedad en todo el mundo, incluida Europa.
Hoy quedan pocos pueblos o grupos que lo apliquen. En Bulgaria y Grecia es una práctica
que ha prevalecido hasta hace poco; en Bulgaria incluso hoy lo aplican algunos médicos.
Pero las religiones establecidas erradicaron el culto al Sol.

– ¿A qué lo atribuye?
– Definitivamente, en los textos religiosos modificados han eliminado las referencias al Sun Gazing,
para que la gente estuviera bajo la influencia de los sacerdotes y no pudiera ser realmente
independiente. Han modificado todos los textos; no queda casi ninguno sin modificar.
Si la gente está desconectada del Sol puede ser explotada por los demás. “El caso es pues que
el Sol tiene poder y que el hombre puede alinearse con él y conseguir su libertad.
Yo llevé a cabo una investigación durante varios años. Empecé en 1962; contaba entonces con 25
años de edad. Madre, la compañera de Sri Aurobindo, me enseñó la práctica de mirar al Sol.
Investigué varias culturas y descubrí que el auténtico Surya Namaskar (el Saludo al Sol) del que se
habla en yoga consiste en realidad en mirar al Sol. Investigué prácticas egipcias relacionadas con
el dios Ra; estudié tradiciones de Méjico y Perú y conocí el Día del Saludo al Sol boliviano;
también entré en contacto con creencias que aún hoy están vigentes en Bulgaria y en Grecia.
Asimismo, estuve en contacto con los nativos americanos. Etcétera.
Tras muchos años investigando empecé a practicar con mi propio protocolo.
Me costó tres años de ensayo y error establecerlo. Cuando empecé padecía depresiones,
a causa de mis negocios. Tenía problemas para dormir, y problemas con la comida.
A medida que practicaba, el sentimiento de hambre iba desapareciendo.
El protocolo de mirar al Sol durante nueve meses con una progresión de diez segundos lo
establecí yo, y es una manera segura, que cualquier persona puede aplicar, de llegar al máximo
beneficio en su relación con el Sol.

– Porque ¿podríamos ir más deprisa?
– En total van a ser 270 días mirando el Sol, y el total de horas de visión acumuladas serán 111.
Este es el requisito para llegar a conseguir todos los beneficios psicológicos, físicos y espirituales.
Yo no recomiendo afrontar el proceso con prisas, ni forzarlo. El Sol no es fast food (comida rápida),
sino slow food (comida lenta). Da resultados perfectos si se hace con tranquilidad y regularidad.
Si usted un día no puede mirar tanto, no trate de compensarlo mirando más al día siguiente.

– Hoy día, el Sun Gazing ¿está estructurado como un movimiento?
–Este método se está expandiendo por todo el mundo. No hay jefes, y todo el mundo puede hacerlo
independientemente. Sin embargo hay grupos que se juntan para practicar y para difundir el
mensaje; se autoorganizan.

– ¿Por qué nos exhorta usted a hacer la práctica del Sun Gazing? ¿Qué beneficios vamos a obtener?
–En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad
toda nuestra vida depende del Sol, empezando porque nutre a los vegetales, que están al inicio
de la cadena alimenticia. Él es nuestro gran benefactor; equilibra la naturaleza y la ecología.
Siempre está ahí. Nos ofrece, gratis y por siempre, vida y salud. ¡Gratis! Nadie le hará pagar
impuestos por estar mirando al Sol. Al final usted misma, usted mismo, como los vegetales
podrá incorporar directamente la energía del Sol. Sin necesidad de hacerse dependiente de ningún
gurú o maestro, el Sol directamente le nutrirá y le dará cuanto necesite. Tendrá salud física y
perfecta estabilidad mental, por sí mismo. Quien depende de los jefes religiosos se vuelve débil.
Con el Sun Gazing recuperamos la independencia perdida. “La fotosíntesis no es una prerrogativa
de los vegetales. La luz solar penetra dentro de la tierra, la cual lleva a cabo su propia fotosíntesis.
Es así como se generan el oro, la plata, el cobre, los diamantes, las gemas preciosas.
Con el Sun Gazing hacemos nuestra propia fotosíntesis. Cogemos los fotones del Sol, los cuales
constituyen una energía muy poderosa, un néctar que no está polarizado en positivo-negativo.
“Yo distingo claramente tres fases, de tres meses en tres meses.
Porque puede ser que una persona quiera llegar hasta el final de los nueve meses, y conseguir así
una realización espiritual, o puede ser que persiga otros objetivos.
“Al final de los tres primeros meses, que corresponden a 15 minutos mirando al Sol,
la persona consigue una salud mental perfecta. Ello es previo a cualquier sanación del cuerpo y
a cualquier camino espiritual. Tras esos tres meses la persona se desprende de sus inseguridades,
miedos, depresiones, celos, envidias, etcétera. Al conseguir esto, la mente deja de bombardear
al cuerpo con negatividad, y ello hace posible que en los tres meses siguientes el cuerpo consiga
la salud. La persona puede abandonar el proceso tras los tres primeros meses si ya se halla
satisfecha con ello, y seguir un mantenimiento, sin prolongar ya más los tiempos de mirar al Sol.
O bien una persona puede decidir abandonar el proceso tras los seis meses, habiendo recuperado
la salud, y seguir el mantenimiento. Sin embargo, si la persona tiene expectativas espirituales
deberá completar los nueve meses, durante los cuales recibirá dones especiales, como la
posibilidad de dejar de comer.
“El Sol tiene alma, y si lo miramos con respeto y con intención vamos a sintonizar con él;
él nos cuidará y guiará. Incluso, si es usted dado a la astrología, puesto que el Sol rige a todos
los planetas del sistema solar, si usted mantiene buenas relaciones con el Sol el Sol va
a indicar a todos los planetas que sean favorables con usted.

Descarga reportage completo publicado en la revista Athanor > pdf

 

www.solarhealing.com en español: http://sungazing.es.tl

 

 

 

de Alejandra Galli

EL SOL
medicamento y alimento

Somos Espíritu.
Somos Energía.
La tierra es un producto del sol.
Los alimentos son un producto de la energía del sol.
Toda la energía que usamos proviene del sol.

¿Por qué no eliminar intermediarios
y tomar la energía de la fuente primaria?

En las civilizaciones antiguas esto ya se sabía.
Miraban el sol para sanarse, mantener la salud y alimentarse,
ya que su luz emite fotones que son 100% energía positiva.
Sabían que es el elixir de la vida, el Maná.

Con el tiempo esta práctica se fue perdiendo, junto con esas civilizaciones.
Sin embargo alguien la ha traído a la vida nuevamente: Hira Ratan Manek

El Sun Gazing, Surya Namaskar o Mirando el Sol es una práctica gratuita y
facilísima
para sanar todo tipo de enfermedades psicosomáticas, mentales
y físicas, como diabetes, presión arterial, fobias, colesterol, asma, alergia,
depresión, tuberculosis, cáncer, SIDA, osteoporosis, reumatismo, trombosis,
todas las adicciones, etc. También aumenta la potencia de la memoria y
la fuerza mental.

Todos los miedos desaparecen.

También ayuda en nuestro desarrollo espiritual. Para nuestra iluminación.
Y así crear el cielo en la tierra...


Cualquier persona mayor de 5 años puede hacerlo.
Continúas con tu vida habitual, sólo agregas la práctica de Sun Gazing.

Las personas invidentes deben construir una pirámide y meterse dentro para
obtener la energía del sol, ya que los ojos son los únicos órganos que reciben
todo el espectro de la luz del sol. En los ojos, al igual que en el sol, están los
7 colores del arco iris y así son conducidos hacia el cerebro,
para que los distribuya en todo el cuerpo.

Miras el sol en las horas seguras ... dentro de la primera hora desde la salida
o la última antes de la puesta del sol. En esos momentos los rayos UV son
menores de 2 y no hacen daño, al contrario, son altamente benéficos.

También puedes mirar la imagen del sol reflejada en un cuenco con agua limpia,
alrededor de mediodía cuando el sol está alto.

Se recomienda hacerlo descalzo para conectarse más con Gaia (la Tierra)
aunque puedes estar calzado, parado o sentado.
Sólo sé conciente de esta conexión con la Madre Tierra.


Puedes elegir cuánto practicar Sun Gazing, que se divide en 3 etapas:

1. Sanación y equilibrio mental

2. Sanación y equilibrio físico

3. Sanación y equilibrio espiritual

 

1a etapa: Sanación y equilibrio mental (activación)

El 1er día miras 10 segundos, el 2do 20 segundos y así
cada vez que miras sumas 10’’ hasta llegar a los 15 minutos.
Si quieres hacer sólo esta etapa, tras llegar a 15’ continúas
mirando 5 minutos durante 1 año y después no miras nunca más.
¡Tendrás salud mental perfecta!

Pero puedes seguir con la 2a etapa...



2a etapa: Sanación y equilibrio físico (carga de activación)

Continúas mirando y sumando 10 segundos cada vez que miras el sol
hasta llegar a los 30 minutos. Si quieres hacer sólo esta etapa,
tras llegar a 30’ continúas mirando 10 minutos durante 1 año
y después no miras nunca más. ¡Tendrás salud física perfecta!

Pero puedes seguir con la 3era etapa...

 

3a etapa: Sanación y equilibrio espiritual (almacenamiento)

Continúas mirando y sumando 10 segundos cada vez que miras el sol
hasta llegar a los 45 minutos. Tras llegar a 45’ continúas mirando 15 minutos
durante 1 año y luego no miras nunca más. Te has convertido en un chip solar.
En esta etapa el hambre se va gradualmente, ya que ahora la energía la tomas
del sol sin tener que mirarlo, eres como un panel solar.
Si quieres puedes seguir comiendo pero no es necesario,
sólo toma agua cargada con el sol.

¿Te has preguntado por qué en verano tienes menos hambre que en invierno?
Es porque estás más expuest@ al sol.

El sol, además, tiene la misión de purificar al planeta y a nosotros.

Vale la pena que lo intentes, no hay nada que perder y ¡mucho por ganar!

 

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