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Eckhart Tolle; El poder del AHORA

 

ed. GAIA, Móstoles 2001, 11a reimpresión mayo 2003.

[orig. The power of Now. A guide to Spiritual Enlightenment

© 1997 by E. Tolle / www.namastepublishing.com]

 

 

cap. I : No eres tu mente

 

págs 42-45

 

Iluminación: elevarse por encima del pensamiento

 

·      ¿No es el pensamiento algo esencial

para sobrevivir en este mundo?

 

Tu mente es un instrumento, una herramienta.

Está ahí para ser usada en una tarea específica,

y cuando completas esa tarea, la dejas descansar.

Yo diría que, tal como es, entre el 80 y el 90 por ciento del pensamiento

de la mayoría de la gente es inútil y repetitivo y, teniendo en cuenta

su naturaleza disfuncional y a menudo negativa,

buena parte de él también es dañino.

Observa tu mente y te darás cuenta de que esto es verdad.

El parloteo mental produce un serio desgaste de tu energía vital.

 

El pensamiento compulsivo es, en realidad, una adicción.
¿Cuál es la característica de la adicción? Simplemente ésta:

sientes que ya no tienes la opción de dejarla. Parece más fuerte que tú.

También te da una falsa sensación de placer,

placer que inevitablemente se convierte en dolor.

 

·      ¿Por qué somos adictos al pensamiento?

 

Porque estáis identificados con él, lo que significa que deriváis vuestro

sentido de identidad del contenido y de la actividad de vuestra mente.

Porque creéis que si dejaseis de pensar, dejaríais de ser.

A medida que uno crece, va formándose una imagen mental de sí mismo

basada en su condicionamiento personal y cultural. A ese yo fantasma

lo llamamos ego. El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar

mediante el pensamiento constante. El término ego tiene distinto significado

según se trate de una persona u otra, pero cuando lo uso aquí me refiero

al falso yo, creado por una identificación inconsciente con la mente.

 

Para el ego, el momento presente apenas existe.

Sólo considera importantes el pasado y el futuro.

Esta inversión total de la verdad explica por qué,

en la <<modalidad ego>>, la mente es tan disfuncional.

Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque, ¿quién sería sin él?

Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia

y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción.

Dice: <<Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro, o lo de más allá,

estaré bien, en paz, seré feliz>>.

Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente:

lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado.

O reduce el presente a ser un medio para un fin,

un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente.

Observa tu mente y comprobarás que funciona así.

 

El momento presente contiene la clave de la liberación,

pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente.

 

·      No quiero perder mi capacidad de análisis y discriminación.
No me importaría aprender a pensar con más claridad,

de manera más enfocada, pero no quiero perder mi mente.

El don del pensamiento es lo más precioso que tenemos.

Sin él sólo seríamos otra especie animal.

 

El predominio de la mente sólo es una etapa más en la evolución de la

conciencia. Ahora tenemos que pasar urgentemente a la etapa siguiente;

si no lo hacemos, la mente, que se ha convertido en un monstruo, nos destruirá.

Lo explicaré detalladamente más adelante.

Pensamiento y conciencia no son sinónimos.

El pensamiento sólo es un aspecto menor de la conciencia.

El pensamiento no puede existir sin conciencia,

pero la conciencia no necesita del pensamiento.

 

Iluminación significa elevarse por encima del pensamiento, no volver a

caer a un nivel por debajo del pensamiento, el nivel del animal o la planta.

En el estado de iluminación sigues usando la mente cuando la necesitas,

pero de un modo mucho más enfocado y eficaz que antes. La empleas

principalmente con fines prácticos, pero eres libre del diálogo interior involuntario,

y vives en la quietud interior. Cuando empleas la mente, y en particular cuando

necesitas dar una solución creativa a algo, vas oscilando cada pocos minutos

entre la mente y la quietud, entre la mente y la no-mente.

La no-mente es conciencia sin pensamiento. Sólo la no-mente permite

pensar creativamente, porque da al pensamiento un poder real.

El pensamiento por sí solo, desconectado del vasto campo de la conciencia,

se convierte rápidamente en algo estéril, insano, destructivo.

 

La mente es esencialmente una máquina de supervivencia.

Atacar y defenderse de otras mentes, recoger, almacenar y analizar información…;

esos son sus puntos fuertes, pero no es nada creativa.

Todos los verdaderos artistas, lo sepan o no,

crean desde un lugar de no-mente, desde la quietud interna.

Entonces la mente da forma al impulso creativo o intuición.

Incluso los grandes científicos han explicado que sus descubrimientos creativos

les vinieron en momentos de quietud mental. Una encuesta realizada entre los

matemáticos más eminentes de Norteamérica, incluido Einstein, para descubrir

sus métodos de trabajo, arrojó un resultado sorprendente: <<El pensamiento

sólo tiene un papel subordinado en la breve y decisiva fase del acto creativo

mismo>>. Yo diría que la razón por la que la mayoría de los científicos no son

creativos no es que no sepan pensar, sino que no saben dejar de pensar.

 

La mente y el pensamiento no se han empleado para crear y sustentar

el milagro de nuestro cuerpo y de la vida en la Tierra.

Existe y está operando una inteligencia mucho mayor que la mente.

¿Cómo puede una única célula humana, que tiene una milésima de pulgada

de diámetro, contener instrucciones dentro de su ADN que llenarían mil libros

de seiscientas páginas cada uno?

Cuanto más aprendemos del funcionamiento corporal,

más nos damos cuenta de lo vasta que es la inteligencia que opera

dentro de él y de lo poco que sabemos.

Cuando la mente vuelve a conectar con esa inteligencia,

se convierte en la herramienta más maravillosa.

Entonces está al servicio de algo mayor que sí misma.

 

 

 

 

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