Noticias
sobre el cáncer
Hospital
John Hopkins (E.U.A)
1.
Todos tenemos células cancerígenas. Estas células
no aparecen en análisis
estándares hasta que las mismas se han multiplicado por miles
de millones.
Cuando un médico le dice a un paciente de cáncer que no
tiene más células
cancerígenas en su cuerpo luego de un tratamiento, significa
que el examen
ya no detecta las células cancerigenas, porque la cantidad de
ellas en el cuerpo
no alcanzan la cantidad necesaria para ser detectadas en el análisis
normal.
2.
Las células cancerígenas aparecen de 6 a 10 veces en la
vida de una persona.
3.
Cuando el sistema inmune de una persona es suficientemente
fuerte, las células
cancerígenas son destruidas por éste y se evita su multiplicación
para formar un
tumor.
4.
Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que esa persona
tiene deficiencias
nutricionales múltiples. Estas podrían ser genéticas,
ambientales, por alimentos
o por factores de estilo de vida.
5.
Para solucionar las deficiencias nutricionales múltiples
y fortalecer el sistema
inmune, se recomienda un cambio
en la dieta, incluyendo suplementos.
6.
La quimioterapia implica el envenenamiento de las células
cancerigenas de rápido
crecimiento, pero a la vez destruye células buenas en el sistema
óseo, en el tracto
intestinal, etc. y pueden causar daños en órganos, tales
como el hígado, riñones,
corazón, pulmones, etc.
7.
Mientras la radiación destruye las células
cancerigenas, también quema y daña
las células saludables, los tejidos y los órganos.
8. El tratamiento inicial con
quimioterapia y radiación a menudo reduce el
tamaño del tumor. Sin embargo, el uso prolongado de quimioterapia
y radiación
no conduce a la destrucción de más tumores.
9. Cuando el cuerpo tiene demasiada
carga tóxica, debido a la quimioterapia y
la radiación, el sistema inmune está débil o destruido;
entonces la persona
puede sufrir de varias clases de infecciones y complicaciones.
10.
La quimioterapia y la radiación pueden provocar mutación
en las células canceri-
genas y pueden hacerse resistentes y también de difícil
destrucción. La cirugía
también puede provocar que las células cancerígenas
se dispersen a otros lugares
del cuerpo.
11.
Una forma efectiva de combatir el cáncer es no
alimentar las células cancerígenas
con alimentos que las estimulen a multiplicarse, y así dejarlas
morir de hambre.
Las células cancerígenas
se alimentan de:
A. El azúcar es
un alimento estimulante del cáncer. Al eliminar el azúcar
de
nuestra alimentación se elimina un alimento que fortalece la
proliferación de
células cancerígenas. Los sustitutos del azúcar,
tales como: Nutra Sweet, Equal,
Spoonful, etc, son fabricados con Aspartame y éste es dañino.
Un mejor sustituto
del azúcar es la miel de abeja
y la melaza, pero siempre en pequeñas cantidades.
A la sal de mesa se le
añade un químico para volverla blanca, y éste es
estimulante
de células cancerigenas. La mejor alternativa es la sal
marina ó aminoácidos Bragg.
B. La leche produce en
el cuerpo flemas, especialmente en el tracto gastro-
intestinal. El cáncer se alimenta de flemas. Al eliminar la leche
y sustituirla con
leche de soja sin azúcar,
las células cancerigenas son privadas de su alimento
y mueren.
C. Las células cancerigenas se desenvuelven en un ambiente ácido.
Una dieta
estructurada a base de carnes rojas
es ácida, por lo tanto es preferible ingerir
pescado y carnes blancas (pollos) en lugar de carne de res o de cerdo.
La carne
roja también contiene antibióticos para el ganado, hormonas
del crecimiento y
parásitos, todos ellos son dañinos, especialmente a personas
con cáncer.
D. Una dieta elaborada con un 80% de vegetales
frescos y zumos, granos,
semillas, nueces y un poco de frutas estimula a crear
un ambiente alcalino.
El restante 20% de la alimentación se puede proveer de alimentos
cocidos,
incluyendo granos. El zumo de vegetales
frescos provee enzimas vivas que son
fácilmente absorbidas, penetrando al nivel celular en 15 minutos,
alimentando y
estimulando el desarrollo de células sanas y saludables. Beba
zumo de vegetales
frescos (incluyendo habichuelas y judías jóvenes) para
conseguir enzimas vivas
que contribuyan a desarrollar células saludables, además
ingiera vegetales 2 o 3
veces al día. Las enzimas se destruyen a temperaturas de 40†
C (104† F),
por lo tanto cocine sus vegetales a temperaturas inferiores a 40† C.
E. Elimine el café, té y
chocolate pues tienen cafeína. El té
verde es una mejor
alternativa y posee propiedades que combaten el cáncer. Lo mejor
para beber es
el agua purificada o filtrada,
para evitar las toxinas y los metales pesados en el
agua. El agua destilada es ácida, por lo tanto evítela.
F. La proteína cárnica
es difícil de digerir y requiere de muchas enzimas
digestivas. Los cárnicos no digeridos permanecen en el intestino,
transformándose en sustancias putrefactas, lo cual produce más
toxinas.
G. La pared de las células cancerigenas tienen una dura capa
de proteína.
Al reducir la ingesta de cárnicos quedan libres más enzimas
para atacar la pared
exterior de las células enfermas, lo cual permite destruir un
mayor número de
células cancerígenas.
H. Algunos suplementos alimenticios
ayudan a construir el sistema inmune
(antioxidantes, vitaminas, minerales, ácidos esenciales, etc.)
lo cual contribuye
a que el propio organismo genere células que destruyen las células
con cáncer.
Otros suplementos alimenticios, como la vitamina E, causan apóptosis
o muerte
programada de células, que es el método normal del cuerpo
de desechar células
dañadas, no deseadas o innecesarias.
I. El cáncer es una enfermedad de la mente, del cuerpo y del
espíritu.
Una actitud pro activa
y un espíritu positivo, indudablemente ayudan
a
sobrevivir a una persona con cáncer. La
ira, la soledad y la tristeza provocan
estrés y un fuerte ambiente
ácido al organismo. Aprender a tener un espíritu
lleno de amor y perdón contribuirá a mejorar las condiciones
de cáncer.
Aprenda a relajarse y a disfrutar de la vida.
J. Las células cancerigenas no pueden operar en un ambiente oxigenado
por lo
tanto se recomienda hacer ejercicios y
respiraciones profundas diariamente,
contribuyendo a que las células reciban más oxígeno.
La terapia con oxígeno
es otra forma empleada para destruir las células cancerigenas.