Arte
y Espiritualidad
Proceso personal
Entiendo el desarrollo espiritual, como el proceso que
hace un humano hacia el recono-
cimiento y realización de su esencia, llámese esta: Ser,
Espíritu, Consciencia, Luz, Amor, … .
Este proceso es el camino que hace cada uno y cada civilización
para armonizar cuerpo y
alma (individual) con el espíritu (universal). Un camino lleno
de obstáculos, dificultades,
donde trabajar el autoconocimiento, la autoestima, la autodisciplina,
el desapego, la voluntad,
la virtud, … hasta lograr su materialización en la simple
presencia, en el estar,
el existir conscientemente unido al Ser.
El principal obstáculo de la realización espiritual es la
ignorancia, entendida como el estado
inconsciente del ego personal, la idea, imagen y creencia que nos hacemos
de nosotros mismos
surgida por los condicionamientos sociales y culturales epocales. Podríamos
comparar la
ignorancia del ego-centrismo, con la ignorancia del geo-centrismo respecto
del helio-centrismo.
Hoy en día todo el mundo sabe que es el Sol y no la Tierra el centro
de nuestro sistema planetario,
pues bien análogamente, es el Ser y no el ego, la esencia de lo
que somos.
Espiritualmente hablando, sobretodo en occidente, aún vivimos bajo
el dominio del ego, un estado
de conciencia primario, adolescente, rebelde y ciego a la realidad. La
gran mayoría de los conflictos
tanto personales como mundiales provienen de la ceguera inherente al estado
de ignorancia.
Un segundo obstáculo importante son las inercias
o tendencias mentales y emocionales que
perpetuan actitudes, comportamientos, hábitos y costumbres innecesarios,
absurdos y sin sentido.
Es la resistencia al cambio, el miedo a desprenderse de los patrones aprendidos,
de los pre-juicios
y de los sentimientos que nos retienen en una visión estrecha y
estancada del qué nos pasa y por
qué nos pasa. Sin conciencia, decisión, voluntad, esfuerzo,
coraje, perseverancia y creatividad
dificilmente se puede salir de un pozo, de una circunstancia o situación
adversa que niega la
posibilidad de vivir en plenitud.
Los obstáculos son pruebas, barreras y estados a transcender en
el camino, un camino abierto,
pero también amenudo incómodo y doloroso, pues implica la
disolución de todas las ficciones
que construye el ego, un camino lleno de pérdidas y renuncias,
y de crisis, tantas como sean
necesarias para reconocer sin espejos la naturaleza esencial de todo lo
que es, y vivir el gozo
profundo del estado de gracia.
Contemplando mi proceso hasta ahora vivido identifico 3 etapas o estados:
La infancia, donde la espiritualidad se manifiesta de forma espontanea
y natural,
influenciada por una educación cristiana y una innocencia inconsciente.
La adolescencia, donde la espiritualidad se manifiesta oculta
detras de una
progresiva mundanización y proceso de culturización.
La madurez, donde se produce el redescubrimiento de la espiritualidad,
así como la integración consciente de ésta con todo
lo vivido y con la cotidianidad.
Finalmente, aunque no lograda, intuyo una última etapa:
La realización en la que uno vive el estado de plena consciencia-presencia,
donde ni el tiempo
ni el sufrimiento tienen lugar, pues se ha devenido uno con el principio
o esencia de todo lo que es.
Uno encarna un puro estado de amor, de luz, con todo su misterio.
El arte para mi ha sido primeramente una vía de
liberación del inconsciente, más tarde
una herramienta para desarrollar la sensibilidad, la creatividad, el imaginario
y la intuición;
y finalmente, ha sido una forma de indagación, de autoconocimiento
y expresión de la conciencia.
Del arte he aprendido a conjugar racional e irracional, consciente e inconsciente,
cosmos y caos;
devenir en presente, actuar libre, sin esperar nada.
El arte me ha enseñado que la vida
es un continuo acto de creación y disolución regido por
el amor.
Neus
Buira Ferré
La Mora 25 de junio 2006
Texto leído en el encuentro sobre
ARTE y ESPIRITUALIDAD, realizado el lunes 26 de junio en Casa Asia, Barcelona |