Sobre el Cristianismo Renovado
El movimiento para una renovación de la vida religiosa se inició con
la celebración del primer <<acto de consagración del hombre>> (lo
que se conoce como misa) el 22 de Septiembre de 1922 en Dornach,
Basilea, Suiza.
Esta innovación de la vida religiosa
dentro del linaje del cristianismo se
creó como respuesta al "vacío" anímico que jóvenes teólogos y sacer-
dotes percibían a principio del siglo XX. Esta crisis se hizo tangible al
final de la primera guerra mundial corroborándose desde el mundo
espiritual, en la búsqueda por parte de miles de almas, fallecidas en
circunstancias trágicas, de fuerzas de renovación en todos los aspectos
de la vida terrestre.
Su conformación fue asistida por Rudolf Steiner,
portador de la Antroposofía.
A través de ese conocimiento todas las áreas de la vida práctica material
como la pedagogía, la medicina, la economía, la agricultura, las artes en
sus diferentes expresiones, etc. pudieron ser fecundadas desde lo espiri-
tual. La cosmovisión y las enseñanzas que derivan de la Antroposofía, han
sido y son una fuente para una
mayor comprensión del mensaje de Cristo
y de su impulso transformador. Trazan un camino de autoeducación per-
sonal, desde la propia libertad, fomentando un devenir en sintonía con la
tarea cósmico-terrestre del ser humano y de la humanidad.
La Comunidad de Cristianos se define solo por los 7 sacramentos reno-
vados:
el bautismo, la confirmación, el acto de consagración del hombre,
el sacramento del
Yo, la extremaunción, el sacerdocio y el matrimonio. No
tiene dogmas ni una teología obligatoria. Cada sacerdote es completamen-
te libre en su teología y enseñanza, siempre y cuando sea coherente con
lo que palpita en las palabras sacramentales.
Se une a todas las tradiciones de origen cristiano así como a las escuelas
de los antiguos misterios acoplando sus contenidos a las necesidades
evolutivas del ser humano de nuestro tiempo. Ve en el hecho de Cristo,
en el misterio del Gólgota, un acontecimiento histórico único tanto
terrestre como cósmico divino. Punto de inflexión en el devenir de la
humanidad a través del cual lo divino ha sido restituido al ser humano,
deja en sus manos el conquistar en libertad su relación con su esencia
espiritual.
La Comunidad de Cristianos no pretende ser una iglesia en el sentido ha-
bitual. Ella ofrece un espacio de despertar hacia una relación renovada del
hombre con el mundo divino y sus manifestaciones en nuestra realidad ter-
renal. Aporta con ello parte para la realización de la Iglesia Universal.
Desde esa visión, la enfermedad se percibe como una oportunidad de cam-
bio, de aprendizaje, de resolución de destino. El envejecimiento, proceso
natural de declive corporal es polar al posible camino de desarrollo del alma
y con ello de todo ser humano.
En esa vivencia de senescencia se halla la
oportunidad de despertar al "Yo superior" e ir soltando en consciencia las
amarras terrestres. ¡La muerte! un paso de umbral a una vida de reflexión
espiritual creciente, a través de la cual se co-crean, con las jerarquías espi-
rituales, las condiciones futuras para un nuevo peregrinaje en la tierra. |